365 días de libros

La misteriosa llama de la reina Loana, de Umberto Eco.

- ¿Y usted cómo se llama?
- Espere, lo tengo en la punta de la lengua.

Todo empezó así.
Era como si me hubiera despertado de un largo sueño, pero yo seguía suspendido en un gris lechoso. O a lo mejor no estaba despierto, y estaba soñando. Era un sueño extraño, sin imágenes, poblado de sonidos. Como si no viera y tan sólo oyera voces que me contaban qué era lo que tenía que ver. Y me contaban que todavía no veía nada, salvo humo a lo largo de los canales, donde el paisaje se disolvía. Canales: Brujas, me dije, estaba en Brujas, ¿había estado yo alguna vez en Brujas la muerta? ¿Donde la niebla fluctúa entre las torres como el incienso con que sueña? Una ciudad gris, triste como una tumba de crisantemos, donde la bruma pende desflecada de las fachadas como un tapiz...

Esta "Novela ilustrada" de Umberto Eco nos sumerge, entre abundantes imágenes de tebeos de décadas pasadas, carteles de cine, fotografías antiguas, anuncios de periódicos, grabados oscurecidos por el tiempo, portadas de novelas ilustradas, de libros infantiles y hasta de sellos y de librillos de papel de liar tabaco, en el proceso de recuperación de la propia memoria, incluso de la propia identidad, de un hombre que despierta en el hospital una mañana y no sabe quién es, no conoce mujer hi hijos, profesión ni gustos. Encerrado en la casa donde vivió su infancia con todos sus libros, tebeos, discos, recortes de periódico y carteles de película de su infancia tratará de reconstruirse a sí mismo a partir de estos materiales: lo leído, lo visto, lo gustado.

Dónde encontrarlo en la Biblioteca: C/D N ECO MIS

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues Umberto Eco no parece que haya vendido de este libro tantos ejemplares como de El nombre de la rosa, pero a mí me pareció mejor novela, la verdad.

Anónimo dijo...

Mira, El nombre de la rosa es una novela genial; esta no sé porque no la he leído. El nombre de la rosa es pretenciosa, lo admito, pero es que es una inmensa broma: es un argumento digno de Agatha Christie enfundado del saber medievalístico del profesor Umberto Eco, donde el asesino es... Jorge Luis Borges, el bibliotecario ciego. Lo malo son los 20 años que llevan sacando imitaciones, que han conseguido que nos aburramos de intrigas mediavales. Pero buena, la novela es buena.

Anónimo dijo...

Baudolino, ya has destripado el final de El nombre de la rosa. ¿Y si hay alguien todavía en el mundo mundial que no lo ha leído o visto la peli?

Anónimo dijo...

Pero si en Telecinco echan la película cada 3 meses, y el libro lo regalan en el super con un paquete de folios...
;-)

Anónimo dijo...

Jo... Pues yo no la he visto

Anónimo dijo...

Querido bibliotecario ciego: NINGÚN ciego ha VISTO la película.

Anónimo dijo...

San Umberto me perdone, pero no pude pasar de la primera página de la Reina Loana. A lo mejor me he perdido una joya, porque el Nombre de la Rosa si que me gustó y mucho, pero esta de la Loana me hizo recordar la frase de mi amigo Fernandito: "La vida es demasiado corta para perderla con pelmas".
Si me jurais que lo vale, igual le concedo una segunda oportunidad.

Anónimo dijo...

Ya que estamos con Umberto Eco, me atrevo a olvidarme de sus novelas y prefiero recomendar uno de sus ensayos: "Apocalípticos e integrados" (Lumen, 1993). Está disponible en la Biblioteca de Humanidades de Getafe (H/S 316.7).

Es un libro muy ameno, pero a la vez profundo, sobre las relaciones entre la sociedad, el arte y los medios de comunicación. Aunque hace ya más de 40 años de su primera edición, muchos de los aspectos que analiza Eco siguen vigentes.